Eros, Cupido, San Valentín, amor…

¿Por qué celebramos San Valentín?

En muchas culturas, se celebra el día de San Valentín. La fiesta por excelencia de los enamorados o de los amantes. Es una festividad católica, en conmemoración de las buenas obras realizadas por un sacerdote llamado Valentín.

Él celebraba en secreto, matrimonios para jóvenes enamorados, oponiéndose a la orden del emperador Claudio III que los había prohibido, por la necesidad de tener jóvenes solteros dispuestos a servir en las guerras.

San Valentín ha sustituido la figura de Eros en la civilización griega, o de Cupido en la lengua latina y más adelante el termino del amor.

¿A qué nos referimos cuando hablamos de amor?

“El amor es una de esas palabras que es maravillosa sentirlas y vivirlas, el amor necesita de un cierto pudor, necesita de lo privado para ser digamos vivido en toda su riqueza, en toda su identidad” _Mario Vargas Llosa

“Dónde hay amor hay vida” _ Mahatma Gandhi

“El amor no reconoce barreras. Salta obstáculos, brinca vallas, penetra paredes para llegar a su destino lleno de esperanza” _ Maya Angelou

Todos estos planteamientos, designan al amor como una gran variedad de sensaciones, emociones y sentimientos propios de la atracción entre los sexos.

La búsqueda del encuentro con el otro, lo que remite a la estructura carencial de ambos por el hecho de ser sexuados.

José A. Marina afirma que, es un deseo que va acompañado  de sentimientos, siendo estos un GPS mental, un órgano de dirección para orientarnos en un mundo que desconocemos.

Toulouse-Lautrec, En la cama, el beso

 

El arte trata de expresar este sentimiento mediante:

  •  Experiencias de enamoramiento de las primeras relaciones.
  •  La intensidad de los sentimientos.
  • La dificultad de los encuentros.
  • La pasión, los celos, la desazón, la quietud, la esperanza, la desesperación.
  • El deseo y, como telón de fondo el sexo.

Aunque en muchas ocasiones,  los medios ofrecen una representación idealizada de la vida en pareja que no les facilita hacer frente a las decepciones o frustraciones que puedan presentarse y, es que el amor como decía Platón puede ser de diferentes formas, uránico o celeste, pandémico o terrestre, pero ambos son el mismo Eros. Es en el interior de los individuos el que tiene la virtud de reunir ese gran bullir de la sensibilidad sexuada.

El amor en pareja según R. Stemberg está constituido por tres componentes, la pasión, la intimidad y el compromiso.

Aaron T Beck, señala que,  aunque el amor es un incentivo poderoso para que las parejas se ayuden y apoyen, se hagan felices y, creen una familia, no constituye en sí mismo la esencia de la relación.

¿Qué falta?

no proporciona las cualidades y, aptitudes personales que son decisivas para mantenerla y hacerla crecer.

Se necesitan además compromiso, sensibilidad, confiabilidad que son determinantes para que la convivencia sea un éxito.

La sexología aporta la teoría de la erótica, planteando que los sujetos son sujetos de deseo y, por tanto, buscadores del otro, sea este real o imaginario, ese otro que es el objeto de todo deseo erótico.

E. Amezúa al hablar de la erótica nos remite a la teoría del Eros, que explica las atracciones de los sujetos, con sus sensaciones, emociones, afectos y sentimientos a través de ese conjunto de deseos propios de los sexos y entre los sexos.

“El arte de amar es como una danza permanente de amantes que se escuchan, se miran, se cuidan, se completan”.

San Valentín, aunque tomado por muchos, como una fiesta comercial y, es muy usual escuchar por ahí; (todos los días son para dar muestras de amor no solo el 14 de febrero, creo que el amor también merece tener un día especial para festejarlo y hacer balance de como cultivarlo, mantenerlo y erotizarlo.

Referencias.

Amezúa, Efigenio, Teoría de los sexos

Beck, Aaron T, Con el amor no basta, Paidós1990

Marina, José A. Escuela de parejas

 

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