La pornografía.

 ¿Qué es la pornografía?

Su significado se remonta a los clásicos griegos, la pornografía,  proviene de la palabra “porneia” (prostituta); al comercio de los valores de Eros.

La sociedad moderna sigue usando la misma palabra, y de ahí, la denominación de “pornografía” que engloba todo el material audiovisual, fotos, literatura, etc. con contenidos eróticos explícitos.

el consumo de porno

¿Cómo influye la pornografía en las relaciones de pareja?

La pornografía puede resultar una herramienta positiva o negativa, todo depende de como la usemos y analicemos.

Si nos centramos en el imaginario sexual, puede expandirse alimentando las fantasías, que tienen una forma privilegiada en la creatividad, en sus múltiples maneras de expresión, sabiendo que, lo que vemos en la pornografía es pura ficción.

Siempre y cuando la pareja se lo tome como un juego, un plus para activarse sexualmente, revierte en positivo.

La otra cara de consumir pornografía es que crea estereotipos de género, por que han representado a la mujer como un objeto de placer y la reducción de las relaciones sexuales a solo un acto físico, ajeno al contexto de una relación. Asimismo, reduce nuestra corporalidad y sexualidad a la genitalidad.

La adicción al porno también es una dificultad para relaciones sanas de parejas.

Qué hacer ante el consumo de porno

Influencia de la pornografía en los adolescentes y jóvenes.

Los adolescentes en su afán de exploración de su sexualidad, tienen gracias a los móviles y la gratitud de las WEB, acceso fácil a este tipo de material, en cualquier momento y lugar,  es inevitable el acceso al porno, mucho de él violento. Buscan porno porque no tienen otros recursos.

Uno de los riesgos asociados es que los adolescentes y jóvenes, normalicen la violencia que se encuentra en internet contra las mujeres, que se crean estos patrones distorsionados de la realidad donde, excitarse maltratando a una mujer es lo correcto; enviando el mensaje de que las relaciones eróticas son violentas y se normalicen.

Otro de los riesgos es la adicción. Cuando tienes la necesidad de consumir porno durante más tiempo y, pelis más agresivas, vas buscando cosas más especiales, la adicción al porno es comparable a la de un alcohólico.

El consumo refuerza el comportamiento de excitación, mientras mira este tipo de material, el cerebro recibe el mensaje como algo bueno y normal.

Es una droga muy poderosa porque ataca a un soporte biológico, cuanto más precoz, peor. También entran en juego los rasgos de la personalidad del individuo y su tendencia a desarrollar adicciones.

¿Cómo minimizar de alguna manera las consecuencias del consumo de pornografía por los adolescentes y jóvenes?

el porno en las redes

  • Prohibir es un error, porque es un material demasiado fácil de acceder.
  • Capacitar a los adolescentes para que sean críticos con el porno y sean ellos los que decidan si lo consumen o no.
  • Establecer conversaciones para prepararlos, capacitarlos y brindarles el conocimiento necesario para su exploración y desarrollo de su sexualidad.
  • Los padres deben saber que material se muestra en la red para poder aconsejar a sus hijos.
  • Nuestros adolescentes tienen que identificar que la sexualidad y la violencia son incompatibles.
  • Que en una relación sexual donde una mujer es agredida, no tiene ningún sentido.
  • Se hace necesario una Educación Sexual Formal, que nos permita, como individuos, evitar prejuicios, derribar mitos y tabúes sobre nuestra propia sexualidad y la de otros.

 

 

 

….

 

….

 

 

 

 

…..

 

 

 

 

 

 

 

Referencias.

Amezua, E, Los grandes conceptos de la erótica. www.sexologiaenincisex.com

García José Luis “Prohibir el porno es un error”  (Entrevista para www.eldiario.es)

Jorba, Nuria “Así afecta la pornografía en las relaciones de parejas” www.lavanguardia.com

Alonso Martínez, “Esto es lo que le hace el porno a tu mente según la ciencia” www.revistagq.com

Vera Gamboa, Ligia, “La pornografía y sus efectos” www.revistamedica.mx

 

 

 

 

 

 

comparte este artículo

Share on facebook
Share on google
Share on twitter
Share on linkedin
Share on pinterest
Share on print
Share on email