“El daño, el maltrato, la violencia están tan normalizados que muchas veces, a menos que sea muy visible y brutal, no los reconocemos.

Las broncas, los insultos, las desvalorizaciones, la humillación… pueden parecer, formas normales de vivir en pareja, en el trabajo, o en los programas televisivos que generan audiencia”.

 

 

¡Construyendo la NO violencia!

Si queremos cambiar un modelo de maltrato, hay que tener otro modelo alternativo.

Habría que crear otro concepto, otros contenidos, valores y comportamientos, el modelo del “Buentrato”, tal como lo ha formulado Fina Sanz.

¡Algo alarmante!

Según el último balance del Ministerio de la Presidencia, Relaciones con las Cortes e Igualdad:

Las víctimas mortales a causa de la violencia de género, hasta octubre de  2020, ascienden a 38, de ellas 30 no habían interpuesto denuncias y 22 fueron agredidas por sus parejas.

En su estadística anual, el INE, refleja que:

Las víctimas de violencia de género, la sufren mujeres por parte de varones que son parejas o exparejas y, se ha incrementado el número de víctimas por violencia doméstica.

Los juzgados españoles:

Recibieron un total de 40.491 denuncias, por violencia de género en el 2. Trimestre de 2020.

Sólo 457 fueron presentadas directamente  por las victimas.

El resto fueron presentados por familiares, por terceros o, atestados policiales.

Se han iniciado procedimientos por la Fiscalía, por delitos contra la libertad sexual: agresiones sexuales, violación, abusos sexuales, abuso sexual con acceso carnal, abuso sexual con engaño, acoso sexual, exhibicionismo y provocación sexual, así como prostitución de menores o discapacitados, utilización de menores con fines pornográficos, entre otros.

Según encuesta, en marzo de 2020 por el Centro de Investigaciones Sociológicas:

Un 6,7% de los encuestados, situó la violencia contra la mujer entre los tres principales problemas del país.

La violencia de género, es la que el sistema sociocultural permite ejercer a los hombres sobre las mujeres.

 

¡Construir un modelo alternativo!

Fina Sanz, en su libro “El buentrato como proyecto de vida” explicaba qué: existe la palabra “maltrato”, pero no existe el concepto “buentrato”, que es lo deseable, por lo que habría que crearlo primero, darle un contenido, crear las experiencias que permitan distinguir cómo se vive en un modelo y en otro.

Habría que cambiar la estructura de relación de poder por relaciones de igualdad, con respeto a las diferencias.

Hay que desarrollar valores como la cooperación, la solidaridad, la negociación, que favorezcan el “buentrato” en vez de la violencia.

 El buen trato, en la dimensión personal, individual, interna implica aprender a cuidarse, distinguir las sensaciones, las emociones, los pensamientos, sensaciones de bienestar y de malestar.

Comprometerse por el bienestar personal, permitirse estar bien.

Sí a:

• Aprender a tratarse bien. Es imprescindible para ejercitarlo en las relaciones.
• Compartir el placer de ofrecer algo, que se pueda disfrutar conjuntamente, es aprender a cuidar, y a dejarse cuidar.
• Disfrutar del cuidado mutuo.
• Crear experiencias que posibiliten un estado de bienestar para todos.
• Respetar las diferencias de cada uno, fortaleciendo los lazos de convivencia.

 El maltrato genera infelicidad, y el buen trato ayuda a ser más felices y genera salud y bienestar.

Aprender a “bientratarnos,” requiere un trabajo personal y colectivo.

Toma nota!!!

Amarnos incondicionalmente, significa, saber que tenemos una vida y un cuerpo que merecen respeto.

Nos respetamos y nos aceptamos tal y como somos, aquí y ahora, entendiendo que somos producto de una historia, para comprender por qué sentimos o actuamos de determinada manera y, que al igual que hemos aprendido podemos desaprender y aprender otras cosas si no nos va bien.

Sabemos que, en nuestro caminar a veces acertamos y en otras nos equivocamos, pedimos perdón, nos perdonamos, pero estamos en el camino.

Hacemos en cada ocasión lo que sabemos y podemos, pero abiertos con humildad, a un proceso de conocimiento, cambio y transformación.

Solo observándonos, conociéndonos podemos iniciar cambios en nuestra vida en aquellos aspectos que nos hagan sentir mal, que queramos cambiar. Implica colocarnos como observadores y a la vez sujetos de observación.

El autoconocimiento implica también hablar de autonomía y empoderamiento. Nos permite conocer y desarrollar herramientas de autoayuda, favorece la seguridad personal y por lo tanto la autonomía y el empoderamiento.

Nadie puede cambiar a la otra persona, ni tampoco desarrollarla, cada cual ha de hacer su camino, desarrollar lo que quiera y pueda resolver sus propias dificultades, pero es muy importante tener a alguien que nos escuche y nos apoye.

El buentrato se basa en el amor, que además de en las relaciones de pareja lo experimentamos en relación con el mundo, con las personas, los animales, y la naturaleza en general.

Damos el amor en forma de acciones, de actitudes, gestos, palabras pensamientos, pero también recibimos amor de esos seres, aunque no siempre de la misma manera.

En cualquier relación humana surgen conflictos, desavenencias, puede haber malentendidos, suposiciones erróneas o sencillamente hallarse en un mal momento y estar irascibles o decir alguna palabra inadecuada, pero no hay que tener miedo a enfrentarlos para saber resolverlos, porque la forma en que nos colocamos y abordamos generará maltrato o buentrato.

 

En las relaciones de buen trato, la violencia y el maltrato no son aceptables, ni negociables.

Nuestros proyectos, tienen que nutrirse del amor que da sentido a nuestra vida y el buen trato podría ser el eje que nos orientara para aplicarlo.

 

 

 

 

Referencias:

Sanz Ramón, Fina, El buen trato como proyecto de vida