Bisexualidad.

” La bisexualidad significa que soy libre y, soy más propensa a querer amar a una mujer como yo, propensa a querer amar a un hombre, y ¿qué pasa con eso? ¿No es eso lo que la libertad implica.”

_ June Jordan

La palabra “bisexual”, se refiere a aquellas personas, que  sienten atracción afectiva, sexual o emocional, hacia  hombres y mujeres.

Algunas nociones que contribuyen a situar este concepto con un poco más de claridad son:

  1. La  noción de dimorfismo sexual que da cuenta de los dos sexos.
  2. La noción de intersexualidad que sitúa a ambos sexos en su continuo no excluyente del que todo sujeto sexuado participa.

A lo largo de nuestra vida mantenemos distintas prácticas sexuales, fruto del contexto biológico, y del ambiente social que nos rodea, por lo que la orientación sexual no es inamovible.

  • La sexualidad debe ser concebida en términos de diversidad.
  • No somos hombres o mujeres, no somos heterosexuales u homosexuales.
  • Somos hombres y mujeres, porque somos un continuo de los sexos.
  • Cada persona experimenta su sexualidad como individuo diferenciado que es, de diversas formas.

Algunos mitos sobre la bisexualidad.

  • ¡La bisexualidad es solo una fase!

A veces se piensa que sentir atracción por más de un género es un preámbulo hacia la homosexualidad, cosa que es totalmente falso.

  • Las personas bisexuales son promiscuas

La orientación sexual no hace a nadie promiscuo, infiel, o indigno de confianza.

  • Dejo de ser bisexual si entro en una relación sentimental con una persona del género opuesto.

Muchas personas piensan esto debido a la idea de que la bisexualidad es solo una fase de experimentación, que cambia o desaparece según la pareja que se tenga en ese momento.

¿Qué es la bifobia?

Es el término acuñado al odio y discriminación hacia las personas bisexuales. Se puede manifestar como bromas intencionadas, insultos, falta de credibilidad y, puede ser ejercida por personas de cualquier género.

Es un producto de la falta de información, no se deben discriminar a nadie por las diversas formas de vivir su sexualidad.

sin etiquetas

Siempre he estado en contra de las etiquetas para designar a las personas. Poner etiquetas o etiquetarse, no tiene sentido, sería pertenecer a una determinada orientación sexual por el constreñimiento que nos han impuesto, construido desde la dualidad normativa, pero también comprendo que es la forma que tienen para que se les conozca, tener visibilización, y el respeto que se merecen.

La norma es la diversidad.

 

 

 

 

 

Referencias

Amezua E. “El continuo de los sexos”.

Bembe, Lina, Entendámonos con la “B” de LGTBIA.

Herranz Almudena y Diez Samu, “Isomorfismo, dimorfismo, e intersexualidad, a propósito de las identidades sexuales”.

Ruiz Estefanía,” Evolución de las relaciones homosexuales y de la orientación sexual en la última década”.

Foto de Sharon McCutcheon/ Oleg Magni en Pexels

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